HISTORIA DE MANU.

Me acosté aquella noche con la esperanza de no recordar más aquel día horrible en mi vida.

De repente me vi en aquella oscura calle.  En la lejanía vi una persona que venía hacia mí, la cual me hizo estremecerme. Empecé a correr lo más rápido que podía y evitando mirar atrás. Cuando en mi recorrido vi una cosa brillante en el suelo. Era una medalla de plata la cual me recordaba a algo, pero no sabía qué.

 Desperté de aquella pesadilla, ya era la hora de comer cuando al levantarme me di cuenta de una cosa, aquella medalla de plata de mi sueño estaba al lado mía.

Estuve días y noches pensando e intentando recordar el qué y de quién era esa medalla. Eran muchas preguntas las que me hacía pero ninguna de ellas tenía respuesta,nía que volver a aquel sueño para poder descubrir la verdad sobre esa medalla. 

Mi historia.

Hace cosa de 10 años, decidí hacer un viaje. No tenía pensado ningún lugar en especial, sólo quería desaparecer del mapa por una temporada. Desconectar del estrés de la cuidad, la bulla de la gente, los pitidos de los coches, en realidad, quería huir de la cuidad, perderme en una casita de un bosque, encontrarme a mí misma.

Esa misma  tarde, en mi casa, navegando por internet. Ojeaba con aburrimiento  algunos destinos, unos más exóticos que otros, más o menos abarrotados,  pero ninguno me convencía del todo. Lo que yo buscaba no estaba en ninguna web de viajes,  en ninguna revista de buzón… En realidad, no sabía dónde buscar y qué buscar.

Mientras estaba navegando por la red tranquilamente, una sensación de ser vigilada se apoderó de mí. Miré hacia atrás, nada; hacia los lados, tampoco. Así que volví a mi tarea. Aun seguí con la misma sensación, sentía el peso de una mirada sobre mí, era raro. Me levanté a por un vaso de agua en la cocina y cuando volví, una chica bajita, delgada, de pelo largo rosa acompañado de un lazo en el lado izquierdo de la cabeza, un vestido negro un poco gothic, los ojos rojos y una sonrisa cual gatito estaba sentada en mi silla delante de mi ordenador. Su cara era pequeña y ovalada y nariz también. No dejaba de mirarme con curiosidad, como si la intrusa fuera yo.

Kazuki Aoi

Kazuki Aoi es bajita, delgada, tiene el pelo largo rosa acompañado de un lazo en la cabeza en el lado izquierdo de la cabeza, los ojos rojos y una sonrisa cual gatito. Su cara es pequeña y ovalada y nariz pequeña. Casi siempre está roja. Siempre lleva un vestido rojo como una especie de quimono.

Kazuki es un poco Yandere, ya que puede sonreír y al segundo intentar matarte, es muy hiperactiva, siempre está de un lado a otro. Adora comer galletas y beber zumo de naranja.

Refranes sin afanes

Quien siembra vientos recoge tempestades. → Quién siembra suspiros recoge olvidos.

El que la sigue la consigue. → El que la caga la paga.

Una retirada a tiempo es una victoria. → Una verdad a tiempo es una oportunidad nueva

Cría cuervos y te sacarán los ojos. → Cría niños y te sacarán la pasta.